El mundo de las expectativas: ¿son reales?

las expectativas

Por Claudia Londoño

diciembre 9, 2022

En este artículo quiero hablarte de las expectativas, algo que sin dudarlo todo tenemos.

Si.

Todos tenemos expectativas con algo, tanto a nivel personal como a nivel profesional.

¿Qué son las expectativas?

Es la esperanza de realizar o conseguir algo, o en otros términos: el anhelo de que se produzca un determinado resultado.

👉🏼 Una expectativa no se asocia a la acción y muchas veces transcurre sin expresarse.

Las personas que viven únicamente en la expectativas, esperan que se produzcan determinadas cosas, pero no actúan de forma abierta y directa para lograr aquello que desean.

¿Por qué te digo todo esto?

Las generamos y esperamos que el mundo se adapte a ellas; la brecha existente entre el mundo que nos rodea y las expectativas que nos creamos es causa de mucho sufrimiento.

Caemos en ellas porque consideramos que algo es obvio, ó porque evitamos hacer peticiones de forma franca y abierta, tal vez para evitar un NO, o para no mostrar vulnerabilidad de necesitar algo, o porque pensamos que el otro tiene que saber y darnos lo que necesitamos.

¿Te ha pasado?

Cuando no expresamos nuestras necesidades con honestidad y franqueza, tenemos muchas posibilidades de quedar insatisfechos y frustrados.

En la expectativa no hay conversación, o la conversación es insuficiente:

Hay exceso de “yo espero”

Hay exceso de “yo supongo”

Hay exceso de “yo creía que”

Hay exceso de “yo había dado por hecho”

No se hacen peticiones o se hacen de forma incompleta; en la expectativa hay mucha queja, frustración y resentimiento.

¿Las expectativas son reales?

Muchas veces son irreales, pues estamos imponiendo y exigiendo lo que debería ser, aunque la vida nos muestre lo contrario, y cuando vivimos esperando que la vida funcione como queremos, o que las personas actúen como queremos, estamos siendo esclavos de lo que esperamos.

La emoción que aparece cada vez que algo de lo que queríamos no sucede, es la frustración.

Las personas que tienen cierto nivel de autoconocimiento, no intentan responder a las expectativas de los demás, por el contrario intentan satisfacer a sus propias expectativas (más adelante haré una aclaración porque ya veremos que muchas de nuestras expectativas, ni siquiera son nuestras, han venido impuestas de nuestro entorno).

Es imposible no tener expectativas, pero hay maneras de tener expectativas más sanas.

¡No podemos deshacernos de las expectativas!

Nuestro cerebro esta programado para tenerlas, siempre esperamos cosas de las situaciones, de las personas y de nosotros mismos.

👉🏼 No se trata de no tener expectativas sino de saber qué expectativas tener.

Tenemos expectativas de nosotros mismos, de como comportarnos, como vernos, como se ve el éxito, expectativas sobre los comportamientos de los demás hacia nosotros, y miles de cosas más.

La mayoría de nuestras expectativas vienen impuestas por nuestra sociedad y nuestra cultura, se forman desde que somos niños y por ende son muy sutiles, están implícitas en el como debería ser nuestra vida, en las palabras de nuestros padres, amigos, formación, etc

Toda la vida intentamos llegar al ideal de las expectativas que creamos.

Generalmente no las cuestionamos, y pensamos que es como deberíamos ser, por lo general no nos enteramos que esas expectativas no son siquiera nuestras, han sido impuestas, como por ejemplo:

Cosas que se supone se esperan de nosotros, como estudiar una determinada profesión, tener una familia que se vea de cierta manera o unos amigos que sean de cierta manera, casarnos a una determinada edad, entre otras miles de cosas que se supone que debemos ser para ser exitosos y felices.

¡Cuestiónate!

Siempre es importante cuestionarnos.

Pregúntate:

  • ¿Estas esta expectativa realmente mía?
  • ¿Para que quiero ser o tener esto?

Sacarnos las expectativas que nos han metido otras personas y empezar a vivir desde nuestras expectativas propias, no compararnos con las expectativas de otras personas, sino con las nuestras y trabajar en que sean más alcanzables, nos liberan de un camino que no es el nuestro, de no vivir la vida que los demás padres quieren o esperan de nosotros.

Pero si es inevitable tener expectativas

Entonces, ¿Cuál es el verdadero problema?

El problema no es tener expectativas, sino el tipo de expectativas que tenemos y cómo estás nos pueden llevar a no expresar clara y abiertamente nuestras necesidades a los demás, a la comparación y a la frustración.

Cuando las expectativas nos ahogan, nos pesan, e intentamos cumplirlas pero nunca llegamos, y sobretodo, cuando eso a lo que queremos llegar ni siquiera tiene que ver con nosotros sino con lo que otros quieren de nosotros.

Las expectativas en otras ocasiones nos nublan y no permiten que veamos a las personas o situaciones, tal y como son, sino como nos gustaría que fueran y nos perdemos la verdadera escencia detrás de lo que pasa, o detrás del otro.

Cuanto más rigida sea nuestra expectativa, por ejemplo tengo que casarme antes de cumplir 30 años, la probabilidad de sentirse frustrado es mayor, en lugar de ver lo que puede significar esa pérdida, pues nos abre puertas que de otra manera no se iban a abrir, si no dejabas ir esa idea de ti.

Mientras más lejana resulte la realidad de nuestras expectativas más nos frustramos, ponemos todo el foco de nuestra atención en lo que tiene que ser y no en lo que realmente pasa y no vemos el beneficio de lo que nos pasa.

El mayor error de las expectativas

El mayor error de las expectativas es depositarlas en aquellas cosas que están fuera de nuestro control, como en sircunstancias externas o en otras personas, pues allí no tenemos margen de acción, hagamos lo que hagamos no lo podremos controlar, cuando ponemos todas nuestras expectativas en algo o alguien más, terminaremos frustrados.

Pensar que otros actuaran de la manera como nosotros lo haríamos, es crearnos expectativas poco realistas, porque cada quien tiene su propia realidad, sus propias creencias y su sentido común no es el mismo que el nuestro, por lo que no es sano basar nuestras expectativas personales en individuos o situaciones externas.

Es recomendable entrenarse en bajar las expectativas y sacarlas del terreno de las otras personas / situaciones y ponerlas en cosas que si podamos controlar.

Por supuesto, no nacemos sabiendo cuales son las expectativas que deberíamos tener y cuales no, de hecho es un aprendizaje bien complejo, porque implica cuestionar las expectativas que otros nos han puesto a lo largo de la vida, desapegarnos y el duelo por dejar atrás esas expectativas, implica que está bien no casarse antes de los 30 años, o no estudiar determinada carrera, implica que esa parte de mi que creía que solo teniendo eso iba a ser feliz, ha quedado atrás.

Ahora bien, ¿Cómo bajar las expectativas?

La clave principal está en aprender la diferencia entre lo que puedo controlar y lo que no.

No podemos controlar a los demás ni las sircunstancias de la vida.

Lo único que si podemos controlar es nuestra manera de relacionarnos, nuestra formar de pensar lo que nos pasa y hacerle frente, podemos controlar las personas de las que nos rodeamos, lo que leemos, lo que comemos, el contenido que consumimos, etc.

Tampoco quiere decir que por controlar lo que hacemos, todo vaya a ir según nuestras expectativas y deseos, es una idea absurda, la realidad se tiene que aceptar tal cual es, si embargo, aquí hay algunas recomendaciones que pueden servirnos para identificar cuando deberíamos tener una expectativa y cuando debemos pasarla al plano de la realidad y de la responsabilidad:

Observa

Observar que imágenes nos formamos de las personas que nos rodean y de que manera las expectativas que tenemos de ellos influyen en nuestro comportamiento y en la relación con ellos.

Pregúntate ¿que es lo que esperas todo el tiempo de las personas y nunca recibes?

Cuestiónate

Préguntate que expectativas tienes de ti mismo que te hacen daño

¿Qué es lo que quieres de ti mismo y nunca alzanzas?

Puede ser creencias del tipo de cuando tenga este trabajo seré feliz, tengo que estudiar x carrera, tengo que tener cierto tipo de relaciones, tengo que verme de detrminda manera…La lista es interminable.

Identifica

Una vez identificas las expectativas que tienes de ti y de los demás, pregúntate…

¿Para que quiero conseguir esto?

¿Es para la aceptación y para hacer felices a los demás o es realmente lo que a mi me hace feliz?

Y si es de alguien más, ¿vale la pena seguir llendo detrás de ella? o ¿puedes ir por una expectativa más adaptada a tu propia realidad?

Comprométete

Hazte responsable de tus expectativas: esto quiere decir, hacer explicitos nuestros deseos y necesidades, pedirle a las otras personas lo que necesitamos en el momento que lo necesitamos, por ejemplo; tenemos una relación de pareja y tenemos expectativas de que para nuestro cumpleaños queremos una gran fiesta, pero esto no pasa…

Tenemos 2 opciones:

Sufrir cada uno de los cumpleaños porque nuestra pareja no toma la iniciativa de hacernos la fiesta que queremos, o expresarle claramente lo que nos gustaría.

Esto es hacernos responsables de nuestros deseos, pues el otro no puede leernos la mente.

No esta mal pedir lo que queremos, le enseñamos a los demás las cosas que son importantes para nosotros, nos responsabilizamos de ello en vez de cargar al otro con nuestras expectativas de lo que debería hacer y frustrarnos cuando el otro no lo cumple y el otro ni se entera lo que nos pasa.

Hacernos cargo de lo que queremos para que la expectativas se acerquen a la realidad.

Transformarnos en maestros de los otros sobre las cosas que son importantes para nosotros. El no hacernos cargo de nuestras expectativas, es una de las razones más frecuentes de conflicto en insatisfacción humanos en todos los ámbitos de la vida (Familia, trabajo, amigos, pareja).

Valora

Déjate asombrar por lo que si tienes: cuantas veces por tener una expectativa perdemos de vista lo que la realidad tiene para nosotros; es decir cuantas veces por estar fijándonos en nuestra lista de debería, no vemos el valor de lo que tenemos en frente, aplica con todo, con los trabajos, con los amigos, con la pareja.

Estamos tan aferrados a las expectativas que no vemos lo que si hay. Muchas veces cuando soltamos la expectativa, vemos que lo que hay es increíble y es suficiente para hacernos feliz.

Se objetivo

Modifica el tipo de expectativa: Esto en el sentido de que lo que esperas que pase sea más profundo que superficial, no obsesionarse con los detalles, si no con como nos queremos sentir una vez se cumpla la expectativa, es decir, poniendo el foco en la emoción final.

¿Para que quiero que esto pase? ¿Cómo me quiero sentir cuando esta expectativa se cumpla?

El resultado será de mejor manera.

Enfócate

Vivir hoy lo que se espera que pase mañana, por ejemplo quiero conseguir x trabajo, porque eso me haría sentirme más confiado(a), y más tranquilo… en este caso lo ideal sería que ya sea que esto se consiga o no, podamos activar dentro de nosotros el como sentir la emoción con la que nos queremos sentir, muy seguramente esa emoción será la que luego genere el resultado que tanto deseamos.

Pues si esperamos determinada situación para sentirnos de determinada manera, es posible que nos sintamos más frustrados porque la situación nunca llegue.

En cambio, si buscamos desde ya la emoción que queremos sentir, estaremos atrayendo más situaciones que nos generen esa emoción y por ende, estamos haciendo más cosas que dependen de nosotros.

Esto lo puedo resumir básicamente como encontrar motivos para disfrutar el viaje y no solo el destino, porque de no llegar el destino, solo habrá frustración, y en todo caso cuando llega, por lo general tendremos otro destino ya marcado y muchas veces ni disfrutamos ese logro que tanto hemos buscado.

Cambia el diálogo interno

Cambia el dialogo interno, como te hablas a ti mismo, por ejemplo me gustaría…pero quizás no sea así..

No espero que pase…pero sería maravilloso si pasara. T

e darás cuenta que ese cambio en el dialogo interno te hace sentir más libre al aceptar la vida como es

Aprende a visualizar y a cambiar el rumbo

Aprender a cambiar el rumbo, cuando estamos en el camino que queremos, todo fluye sin grandes trabas, por supuesto que nos encontramos obstáculos, sin embargo cuando los obstáculos nos superan es momento de hacer un alto mirar alrededor y cambiar de rumbo.

Hay que saber cuando es hora de cambiar. Una cosa es ser perseverante y otra cosa ser terco, y es muy valioso saber ver la diferencia.

Aprender a visualizar también es una herramienta muy poderosa, una vez que sabes cómo quieres sentirte con determinada expectativa, visualízate sintiendo esa emoción, viviendo eso que quieres vivir, siendo eso que quieres ser.

¡Me encantaría que aplicaras estos tips!

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Deja de vivir de expectativas y aprende a convertirlas en planes de acción para lograr todo eso que te propones.

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Quiero conocerte a ti y sabes cuáles son tus expectativas y cómo podemos transformarlas en una realidad.

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